Por eso, quieres ofrecerles siempre los mejores tratamientos y marcas. Disfrutas tantísimo de tu trabajo que se te pasan las horas volando.
Tu centro va como la seda, tienes la agenda llena y eso es buena señal, ¿no?
Ese era tu sueño, no tener ni un hueco libre, pero sabes que hay algo que no va bien del todo.
Trabajas jornadas maratonianas de 9 a 9. Vas arrastrando el cansancio. Y tienes la sensación de que todos tus esfuerzos no se corresponden con lo que facturas a final de mes.
¡Es momento de equilibrar la balanza!
Sigue llenando la agenda, pero de forma más estratégica.